26-02-2019 Cumpliendo un SUEÑO…
Llevamos 9 meses y muchas noches de insomnio soñando con este día. 26 de febrero de 2019. Por fin ha llegado el dia. Hace 3 días que lleguemos a Sahara, a este otro mundo en el que compartimos cielo. Ha sido duro llegar hasta aquí. Tomar la decisión de venir fue el primer paso, después entrenos mentales y físicos para ponernos fuerte, visualizar muchas ediciones anteriores para familiarizarnos con este terreno, videos hasta la saciedad, en el que corredores de otros años relataban su paso por el Sahara, y en el que
reconfortaba ver sus caras de felicidad cruzando este desierto. Ellos, no lo saben, pero gracias a muchas de esas imágenes, hemos podido visualizarnos aquí. Creer que también podemos. 9 meses de vértigo, de pensar que nos hemos venido arriba y nos hemos tirado al vacío, que igual se nos viene un poquito grande el sueño, pero también 9 meses de ilusiones, de motivaciones compartidas, de aprendizajes , de caer y levantarnos, 9 meses corriendo tras nuestros sueños… Ya hemos llegado, ya no hay marcha atrás. Desde el memento que cogimos nuestras mochilas y empezó este gran viaje, estamos viviendo nuestro sueño. Hemos podido conocer a algunos corredores y corredoras, cada uno con su mochila y su historia, aquí todo el que viene es especial, porque sino ,no vienes a cruzar un desierto por la libertad, todo el que viene tiene su propio motivo, solidaridad, superación, algunos creen que aventura, pero creo que a todos nos va a sorprender que la aventura no es la carrera, sino la convivencia y la conciencia que aquí vivimos, 7 vidas en 7 días, y que siempre acabamos llevándonos mas de lo que dejamos…Ayer, la rubia y yo teníamos la risa floja, nos levantemos ya riéndonos a carcajadas,¡ es el efecto maratón ! sabíamos que hoy sería el gran día y ayer ya eran nervios y alegría , ¡por fin vamos a vivirlo ¡ Que ganas de sentirnos maratonianas ! Casi todos los corredores ya son maratonianos, de larga experiencia, algunos también asiduos a esta especial carrera. Nosotras nos estrenamos en la distancia. Vamos a dar el salto de la media al saharamarathon, ¡habra que coger mucho impulso! Y nada mejor que la risa para motivarnos…Siempre contamos que, creemos que SÍ vamos a conseguirlo ,porque hemos leído mucho sobre las maratones, sobre los km.mentales y sobre el muro y que como dicen , cuando fallan las piernas se corre con el corazón, y nosotras le ponemos CORAZÓN desde el HKm.0, así que seguro que llegamos…
La magia esta en todas partes, también aquí , entre risas insólitas y ilusiones desbordadas, entre las locas que corretean al mediodia como payasas y en circulos alrededor de sus jaimas …
Y llega el día. 6:00 AM. Hoy, nos levantamos muy temprano, así veremos nuestro primer amanecer saharaui, nos vestimos en silencio, y nos vamos hacia protocolo, donde haremos un desayuno colectivo. Momentos de incertidumbre y de nervios, porque nos dejan en el lugar equivocado, cuesta que nos entendamos, siempre hay un sí como respuesta, y eso , en nuestro mundo, confunde. Pero no pasa nada, ya nos medio orientamos, y si este no es el lugar, será el otro. Vamos bien de tiempo, y lo buscamos.
Llegamos puntuales y todavía hay poca gente, van llegando poco a poco, comemos nerviosas, y hablamos con unos y otros. – ¿y vosotras que distancia hacéis? -Bueno, creo que tenemos cara de 5km, pero vamos a la de 42km… Risas … A veces , se sorprenden de que hagamos nuestra primera maratón aquí, pero todos coinciden de que aquí lo de menos va a ser el tiempo, así que nos animan y nos explican sus experiencias, y nos dan algunos consejos. Coincidimos con otro Novato, no nos hace falta llevar la L, porque la emoción de nuestros ojos nos delata, nuestro brillo es especial, nuestra sonrisa diferente. Nos deseamos poder acabarla y disfrutarla mucho, él todavía no lo sabe, pero ya lleva el Sahara dentro, vino por la carrera y volverá por los saharauis, sus ojos ya han sido embrujados por unos pequeños ojos negros que atraviesan y desmoronan nuestro mundo, ¡es afortunado ! Ha sido tocado por un ángel, lo sé porque yo fui tocada hace 16 años por otro, y sé que jamás se olvida….- ¡zortearekin!
Todo el mundo esta nervioso, y emocionado, lleven 0, 1 o 50 marathones. Todas son especiales, y esta todavía más. Compartimos consejos, ánimos y desayuno. Hay corredores de todo los lugares, cercanos y lejanos. Hombres y mujeres de diferentes edades y condiciones. Algunos casi vecinos, que vienen con un proyecto de equipaje porque són amigos de este pueblo. Compartimos estos momentos de nervios y emoción previos al maratón como si nos conociéramos, y es que compartir un sueño, une, y más aquí. Nos deseamos suerte y vernos en la meta, y vamos subiendo a autobuses que nos llevaran al Aiun.
En el camino, conocemos a otro corredor, uno de aquellos ánimos anónimos que han sumado para estar aquí, y le pedimos consejos , lo primero que nos dice es que llevamos en las mochilas, y que si queremos un consejo, la vaciamos o nos las vacía. Pesan 3 o 4 kg cada una, cargadas de «por sis» y «y sis» y de miedos , uf!! ¿seguro? Vaciamos los extras de agua, barritas y demás tonterías para sobrevivir por si nos perdemos. Hay cosas que no puedo dejar, mi bandera saharaui y mi bandera familiar, que es la camiseta del atlético de Madrid de mi sobrino y el equipo que representa a mi familia y su lema; NUNCA DEJES DE CREER… Vaciamos un poco del resto, y nos dice, que llevamos muchas cosas pero no las que necesitaríamos, ¿pero este chico también es adivino? Ibuprofeno y unos palos, nos dice. Nos reímos, porque no queremos andar y para subir unas dunas no necesitaremos palos, seguimos con cara de 5km, ¡¡pero ánimos de 42 !!… ¿ y pastillas?, vaya ,pues teníamos pero las hemos dejado en la jaima, lo que si llevamos es una cuerda, que no pesa pero me da mucha seguridad, venga dejaremos la brújula y unos cuantos geles más , que dicen que aquí no se pierde nadie, ¿seguro e? que yo me pierdo hasta en mi barrio, y en mi casa muchas veces ando perdida, voy pensando mientras vacío un poco más, mira que si se equivoca y me pierdo , aun me moriré de sed y de hambre mientras me encuentran… Nos dice que nos esperará en la meta, así que le decimos que si no llegamos por la tarde, que de media vuelta y nos busque ¡¡con el agua y las barritas !!!
Ya esta mucho mejor, la verdad es que se nota un montón, esto ya es otra cosa,¡¡ ahora volaremos!! La experiencia es un grado, y este chico lleva ya unas cuantas… Es un asiduo al saharamarathon y tambien viene cargado con su proyecto, que bonito combinar pasiones con soliradidad, él lo dedica al Centro de Castro, que es tambien un mago de la integración , y con mucha magia y humor , integra la discapacidad en esta sociedad exiliada…
LLegamos al Aiun, ¡¡guauuuu!!, que emoción… Uf ! Impresionante.
Muchos saharauis con las banderas, música, cantos, niños y mujeres … Me emociono, esto es lo que he estado soñando desde el sofá. Los videos que hemos visto y revisto.9 meses soñando con este momento. Ahora soy parte de ello. Lo estoy viviendo aquí y ahora. Me estremezco, me emociono. Le mando un video a mi familia, para compartir este momento aunque sea a destiempo. Les agradezco todo el apoyo y el empuje que me ha permitido estar aquí. Sin ellos, sin su apoyo, no me hubiera atrevido a venir.
Me abrazo a mi rubia, la beso,¡ la quiero.¡ Estamos aquí !! Vamos a vivir nuestro sueño, que bonito, lloro . Siento una explosión interna de amor, de agradecimiento a la vida. Por fin corro tras mis sueños. Me abrazo al corredor adivino emocionada, nos conocemos desde hace un rato pero compartimos algo tan grande y tan intimo como son los sueños… Es uno de esos momentos que guardare en mi corazón toda la vida, esta sensación de llegar al lugar donde llevas tanto tiempo soñando estar. A ese lugar, al que no te creías capaz. Al lugar que amabas y temías a partes iguales. Al que has tenido que vencer muchos miedos, dudas y perezas para llegar. Y estas qui. Y hay tanta energía aquí, tanta emoción contenida, tantos sueños e historias encontradas, tanto deseo de libertad, de gente creyendo en un mundo mejor, en una vida mas justa,…
Nos ponemos en la salida, y vuelven a recordarnos que no nos dejemos llevar por la emoción y salgamos poco a poco, que la carrera es larga y el desierto muy duro. Los últimos días, todos coinciden en que el secreto para conseguir acabar esta maratón es no equivocarse en el ritmo, me lo grabo a fuego, mejor por debajo que por encima. Y así lo hacemos, salimos, entre aplausos y gritos de las mujeres, entre banderas que recortan el cielo, entre la nube de arena que formamos a nuestro paso, con la piel erizada y un nudo en la garganta, entre los latidos de casi 100 corazones corriendo por una misma causa… Y avanzamos, a un ritmo suave, disfrutando cada zancada, saliendo del Aiun para adentrarnos en el desierto más profundo, primero cerca de la carretera y pronto ante la inmensidad del horizonte. Sol y arena. El paisaje ocre , salpicado de piedras negras puntiagudas, zonas de arena blanda y otra vez pedregosas, y el cielo, azul intenso, inmenso, inalcanzable , como unmanto sobre nuestras cabezas, y el sol. ¡Que grande es! Enorme, majestuoso, omnipresente. Vamos viendo pasar corredores, y pasamos a algunos. Cada uno a su ritmo, a su manera. Todos felices.
Coincidimos un tramo con Silvia, que llegó al Sahara casi por casualidad y volverá por convicción, nos conocimos por las redes , y nos unirá esta experiencia, una VALIENTE que corre sola, porque su compañera Sandra no es corredora ,pero es muy valiente, y hace la 10k., 2 chicas aventureras amantes de la montaña y futuras enamoradas del desierto, porque ya tienen el espíritu nómada de los campistas ruteros, VALIENTE como Lourdes, que subía al avión para hacer 10km., y esta corriendo la MEDIA, y VALIENTE como Alicia, letra y voz del pueblo saharaui, que junto a su pequeña vuelven a los campamentos ,al jardín del desierto como la pequeña Alicia dice en sus libros, y este año ,además, cumplen el sueño de Álvaro, que se fue ,pero dejo en Alicia su semilla de vida, y hoy Alicia correrá la carrera de Álvaro dándonos a todos una lección de vida, porque con su sonrisa y sus ilusiones, nos demuestra que se pueden superar las adversidades de la vida… Y ver en esta carrera a tantas MUJERES VALIENTES , nos da alas, porque nos demuestra que todos podemos conseguir aquello por lo que luchamos. Corre tras tus sueños, y acabarás alcanzándolos…
Llegamos al primer puesto de avituallamiento, km5., nos sorprenden con vasos de agua fresca, y nosotras entrenando este verano con agua caliente para acostumbrarnos,¡¡ nos reímos!! Bebemos y seguimos, y pronto mi felicidad se nubla al darme cuenta que ya empiezo a tener dolor en la rodilla, las últimas semanas de entreno sufría dolores al terminar, y ahora en la primera parada empiezan, no puede ser…,¡ los dolores se mueven !¡ venga a moverse!! Al poco se disuelve, vuelve a salir mi sol. Corremos felices.
Pasan los Km.y el segundo avituallamiento. Volvemos aparar a beber, y al reiniciarnos, ¡vuelve ! Lo intento echar, olvidarme, evadirme y pensar que estoy donde quiero estar, y que es maravilloso correr por el desierto. Pero no se va. Quiere quedarse. Me pongo la rodillera , y seguimos, venga que al rato se desipa, que con este sol rápido se calienta…
Vamos pasando por los avituallamientos ¡que buena el agua ! Paramos solo unos segundos, beber un vaso y seguir, fotos en cada cajita sorpresa que nos regala el numero de km, pero el dolor ya es mas intenso, tras cada parada, sufro el reinicio , y se que si vuelvo a parar, cada vez cojeare mas y no podre acabar. Le pido a la rubia que ella me vaya rellenando mi botella para no tener que pararme mas, y a ver si así recupero y puedo seguir. Pero sobre el KM 15 ya se que no voy a poder acabar. Me duele, esto ya no se mueve, se queda y se expande, …Tras cada parada, el dolor al reiniciar es mas fuerte, y empiezo a cargar la otra rodilla y cadera . Pero la fuerza de la ilusión, me empuja, y soy feliz cada vez que paramos y pasamos una caijita más. No vamos muy descolgadas del grupo, y por detrás debe de quedar gente,asi que vamos bien.
Seguimos, ella me abastece de agua, y yo intento escampar las nubes de mi carrera, pero sé que tengo que tomar decisiones. No puedo parar y pensar, pero puedo seguir y decidir. Necesito pensar soluciones, antes de llegar al Km.21, después solo habrá desierto y dunas. Me parece imposible acabarla, e intento conformarme con llegar a la media, pero me duele venir de tan lejos para conformarme con media. Me prometo llegar al 21km, y allí decidir, disfrutar de llegar a Auserd, que es el campamento que visite hace 15 años, y donde esta la familia de mi niña.
En el horizonte se asoma las sombras de las primeras jaimas de Auserd, el campamento ya esta muy cerca, me emociono, un nudo en la garganta y la piel erizada, pequeños asentamientos improvisados de mujeres y niños bajo el sol de la hamada ,alrededor de nuestro paso, animando a estos locos corredores que cruzan su desierto para luchar por su libertad, monstrándonos todo su apoyo y respeto , desde el primer corredor y hasta el último, banderas rasgadas por el viento , mutiladas por el tiempo, desteñidas por el olvido, pero ondeando y recortando el azul del cielo con dignidad, mujeres con su grito «zaghareet » que llegan el alma, tambores de agua, y niñ@s animándonos, ojos negros que atraviesan y miradas que no se pueden olvidar…
Una niña me coge la mano y corremos felices unos metros juntas, no nos conocemos, ni volveremos a vernos, pero este instante compartido es mágico, posiblemente esa niña no entienda que hago yo aquí corriendo en este desierto tan duro , bajo este sol sin consuelo, entre tanto polvo y necesidades, y yo, tampoco entiendo que hace ella viviendo aquí, como ha podido nacer aquí ella y sus padres, como sonríen en esta dura vida que les ha tocado vivir, en este horizonte vacío, en este desierto infinito, en esta infinita espera… Mira hacia atrás, y me sonríe, nos soltamos y cada una sigue su camino, ella vuelve con su familia, yo sigo corriendo . Ya se lo que tengo que hacer. Esta carrera la acabo, pero sola…
Entramos en Auserd, y corremos entre la arena y el olvido, entre la pena y la gloria, en este mundo al revés, donde nos aplauden los héroes, y corremos los que no necesitamos escapar de nada. Pienso en encontrar una muleta, un palo, algo que me permita acabarla andando, mientras vamos cruzando el campamento. Y busco, busco un bastón para poder continuar, pienso que así podre apoyarme y andando puedo seguir un poco más. Tengo que conseguirlo antes de salir del campamento, luego solo desierto, sol y dunas . Pido a unos saharauis y no me entienden, me ofrecen un ladrillo, que yo tampoco entiendo, pienso con ironía si me lo dan para que me golpé y acabar con este dolor, y mientras sigo , entiendo que me ofrecen un lugar donde sentarme , donde parar , donde esperar, pero no puedo, sigo …Busco a la rubia, y le pido me rellene la botella, le digo que tiene que seguir, y acabar por las dos nuestra carrera, yo no se si podre hacerlo, y ella tiene que correr por mi. » 2 piernas, 2 corazones «. Nos abrazamos y despedimos casi sin detenernos. La veo marchar y me siento orgullosa de ella. No es lo que habíamos pactado, pero es lo que necesitamos. Inmensidad y adversidad. Es la esencia de este desierto. Nos prometimos no separanos, pero también acabarla. Pienso en los 200.000 saharauis que resisten en este paraíso-infierno, y en los que resisten en los territorios ocupados, en los que siguen esperando se soluciones el conflicto estancado, en como se adaptan a su realidad y no abandonan…, y veo un desguace, pienso en los pilares de desechos de coches que sujetan los cables de la luz de nuestra jaima, y veo un espejismo de bastones y muletas , me detengo, les pido algo para caminar, un bastón, una muleta, una escoba… ¡me entienden!, claro el lenguaje corporal es universal, y un cojo es un cojo en todos los lugares, me dan un palo de escoba , no puedo parar y abrazarlos a todos ,pero les agradezco de corazón este rayo de esperanza, ¡SUKRAN! me toco el corazón, como hacen ellos ,para mostrar mi más sincero agradecimiento y respeto. Y sigo con mi bastón.
Hay muchos controles, militares de la RASD que patruyan por seguridad alrededor , y veo un coche de la media luna roja, se acercan, y me preguntan que me pasa, les digo que tengo dolor en la rodilla y necesito un ibuprofeno, me invitan a subir, a llevarme hasta la meta y a enfermería, y les digo que yo no paro, que sigo que solo quiero una pastilla , me explican que la medicación esta en otro coche mas adelante y que me llevan allí, pero les digo sin detenerme que no, que vayan y me busquen que yo sigo, no me creen. Miran mi palo y mi cojera y se hablan entre ellos. Uno baja y camina detrás de mi, el coche se despide y va a buscarme la pastilla. Sigo. Saber que pronto podre acabar con el dolor me da fuerza, y camino mas rápido. Mientras atravieso el campamento, recuerdo mi visita hace 15 años, y pienso lo que hemos cambiado, en este viaje yo soy la hija y ella la madre, los campamentos tambein han cambiado pero la situacion es la misma, desolacion, abandono, vacio, sol y arena, aqui no se mueren de hambre pero se mueren de espera…
Pasa algún Km, algún tiempo y continuo. Al rato, veo como se acerca la media luna roja, y se ponen a mi lado, abren la ventanilla y estiendo la mano, pero nada. Todavía no, pero sube. No malgasto energias, y les repito que sigo. Lo respetan y cada uno sigue su camino. Me dejan sin escolta, respetan mi voluntad y vuelven a buscar la pastilla.
Ahora si, sigo, salgo del campamento y me adentro en las profundidades del desierto con mi palo escoba y mis esperanzas, me duele, me duele y mucho, pero más me duele la rabia que tengo, camino rápido y sola, y pronto estoy completamente sola, en medio de esta nada, de esta inmensidad que embriaga, me derrumbo, pero no me detengo, le cuento a mi marido la rabia que tengo, que no puedo correr, que no podre acabarla, y lloro, lloro, y grito, pero no paro. Lloro de rabia, de cansancio, de impotencia y de dolor. Pero sigo, y pronto las lagrimas son de tristeza , porque pienso en los niños, en las niñas que serán madres en esta cárcel sin rejas, en como el mundo damos la espalda a estos otros mundos, a estas otras vidas. Y mientras lloro, continuo.
Miro el cielo, me fascino, miro el sol y me asombro, es otro sol, mas grande, mas fuerte, siento el aire, este suave siroco que nos acompaña, y miro la arena que piso, a ratos pedregosa y dura, a ratos blanda y suave, y km. y km. de infinidad , a un lado y a otro, hacia delante o hacia atrás, el cielo se funde en el horizonte con la arena. Azul y ocre. Monocromático. Árido. De una belleza extraña. Aquí no crece nada. Pero la vida se hace hueco. Lágrimas de gratitud. Estoy viviendo esto. Y hablo con mi familia, con mi marido y mis hijos, con mis padres y hermanas, con mis amigos, con compañeros de viaje o caminos, y con migo misma. Y me siento feliz, no se si podre acabarla, pero continuo. A ratos me río y a ratos lloro. De emoción. De alegría y de pena. Paso por todos los estados de animo, me acompaño de monólogos que me distraen, y me aferro a mi palo, pienso en aquella película de Tom Hanks, donde solo en una isla desierta , sobrevivió a la locura gracias a su gran amigo, su coco. Yo, me aferro a mi escoba y le cuento. Le cuento que nos quedan 3 vueltas al lago. Que el lago es muy bonito en verano , precioso en otoño y entrañable en invierno. Y seguimos. El sol se une a nosotros, y nos sigue, nos confunde a ratos, pero el camino esta muy bien señalado, solo tengo que seguir las señales blancas, soy esposa de peregrino, y sigo las señales. En cada puesto de agua, me detengo solo unos segundos y bebo, se que cada reinicio me cuesta un rato de dolor intenso y cojera pero si sigo, el dolor se aburre de nosotros y se esconde un poco, busca su sombra. Y seguimos.
A mi palo amigo se añaden mis Angeles, mis superhéroes ,mis liebres , y todo una comparsa de personas en las que pienso, con las que hablo y comparto estos duros km y este eterno infinito. Algunos, han superado retos más grandes, retos de vida, pienso en mi héroe sin capa , al que le dedico esta primera maratón porque el SÍ es un maratoniano de la vida, y cuando me aprieta el dolor lo veo en aquel pasillo de paredes blancas, encerrado entre aquellos hierros tan fríos que encarcelaban su cabeza para liberar su celebro, y siento su mano, veo el miedo en sus ojos y el coraje de su corazón y sigo, si el pudo , yo puedo. Caminamos juntos por este pasillo de arena, a este incierto futuro aferrados a la esperanza, y le digo lo orgullosa que estoy de el, lo afortunada que soy de ser su hija, de tenerlo todavía. Escucho música, la música que mi amor me ha preparado , y me llegan todos los mensajes, le hecho de menos, le digo cuanto lo necesito ahora, y me transporto a su lado, a nuestras salidas, a nuestras cimas, a sus metas, evado mi dolor con su recuerdo, con su música y su letra, y sigo. Canto, lloro, río, y juego con mi palo amigo, pero sigo. Y asin van pasando los km, entre lagrimas y risas. Entre sol ,viento y arena. Entre esperanza y desesperación. A ratos, pienso que desvario, pero aun no me he perdido. Con el miedo que tenia a perderme en el desierto, me sorprende encontrarme. Porque aquí dejo muchas capas, muchas penas y muchos miedos. Encuentro mucha paz en este desolado paisaje. Porque cuando NADA hay , lo encuentras TODO, y yo, me encuentro. Lloro como una niña y como una mujer y soy CORREDOR, en cada paso, hay determinación, coraje , perseverancia .
podría subirme a un coche y acabar ya con todo esto, la tentación esta ahí, constantemente me la ofrecen, pero no lo hago. Es mi decisión, mi voluntad, mi penitencia y mi carrera. De vez, en cuando, me ofrecen esa salida, un atajo para cruzar la meta, pero yo no tengo prisa, quiero cruzarla aunque sea a pie ,y sigo mi camino. Vuelve la media luna roja, y sin muchas esperanzas extiendo la mano , y esta vez si llega, traen mi medicación, me han conseguido un calmante, y como les repito que no puedo parar, se baja el medico y camina a mi lado, me pregunta, me observa, y me ofrece agua y pastilla. Me dice que si creo que puedo seguir, que siga, y que intente no parar , que al terminar vaya directa a enfermería y que el dolor volverá mas tarde, pero mas tarde seré maratoniana, y me espera mi jaima y mi familia… Mientras nos despedimos, me pierdo en sus ojos negros, en su silencio y respeto, intercambiamos un sukran, y pienso que debe de ser de esa generación de sahauaruis que han estudiado muchos años en otros mundos, para volver al suyo, para ayudar a su pueblo, a su gente, como médico, y como esperanzas, para este pueblo nómada exiliado, que ansia su libertad y apuesta por la formación de sus jóvenes, con la esperanza de que vuelvan, aunque sea a esperar, para cuando puedan cruzar el muro, sean una sociedad preparada. Madres que despiden durante años a sus hijos, para que estudien, conozcan otros mundos y otras vidas, y esperan en sus jaimas a verlos volver como hombres … y los veo alejarse, dejando atrás una nube de polvo, y por delante un futuro incierto.
El dolor a ratos es intenso, y a veces las sombras me susurran que no lo conseguiré, que me suba a un coche y llegue a la meta, me miro la rodilla y veo la imagen de la rodilla del amigo de la familia, el chico de la pierna mutilada por una mina cerca del muro mientras pastoreaba las cabras. Recuerdo su piel mordida, el vacío que le dejo, y la metralla de sus brazos, y recuerdo su sonrisa mientras lo contaba , sus ojos negros que no expresaban ya dolor ni rabia. Y en las horas que debieron pasar antes de que le socorrieran y lo llevaran hasta Rabuni a un hospital donde lo operaron y salvo la vida. Y su rodilla también me da fuerza y sigo, sigo por el y por todos los demás, por los de aquí y los de otros mundos. ..
Y empiezan las dunas, ¡me rio con tristeza ! No son las idílicas dunas del desierto, ni este es el Sahara de los saharauis. Son dunas pedregosas, esparcidas en esta monotonía absoluta, que rompen el perfil del camino, y esconden algo de arena blanda y mucha desolación, , pero como voy con mi palo amigo, las subo sin mucha dificultad, la medicación empieza ha hacer efecto o consigo evadirme de este dolor, y la rodilla aguanta.
y llegamos al KM. 35. , y ahora SÍ se que voy a conseguirlo. Ya solo es una vuelta al lago, esto esta hecho. Lagrimas de felicidad, de gratitud, de superación, de emoción . Saco mi camiseta y mi bandera. La camiseta me la ato al pecho , y la bandera, al palo. Y vamos con decisión e ilusión hacia Smara. Pronto se empieza a adivinar en el horizonte espejismos de jaimas. Se que todavía no son, pero son las sombras de la ilusión… Y seguimos. La rodilla ya no me duele, y aprieto el paso, ando tan rápido que me siento levitar entre esta cálida arena que me ha acogido.Voy dejando atrás el infinito desierto , el que me ha regalado toda una lección de vida, se ha reído de mi osadía para recordarme la importancia de la humildad, de aprender siempre de los maestros y de hacer bien los deberes, y de que , casi siempre, más es menos, y menos es más. Porque yo ya estaba preparada, no necesitaba esas ultimas 3 semanas de carga tan duras , que solo han servido para dañar mi rodilla, pero el miedo, el miedo a no ser suficientemente fuerte para aguantar una maratón hizo que no hiciera caso a los maestros, a los descansos, a los limites de mi propio cuerpo. Pero no me arrepiento, asumo mi error como parte de mi aprendizaje, y los 21km de océano interior ,como regalo de vida. Cumplo mi sueño, voy a cruzar mi meta, y me llevo además una intensa experiencia en el desierto que me acompañara toda la vida, me quedo con la convicción de que soy mas fuerte de lo que creo, y de que si la VOLUNTAD es el motor que mueve el mundo, el CORAZON es la energía que lo acompaña, y los SUEÑOS el aceite que los lubrica... entro en Smara y corro, ya solo deben de quedar 3 -4km, esos puedo correrlos , corro y levanto y ondeo la bandera, saharauis que siguen esperando a los corredores por la libertad, me saludan, me animan, me acompañan.
Otra niña me da su mano, y volvemos a correr un rato, una eternidad juntas entre los jirones de sus jaimas, entre los ladrillos desechos de sus casas de arena, entre este mundo que lucha desde la temporalidad del inquilino que se niega a crear un hogar definitivo en este lugar , pero lo disfraza de Sahara para no olvidar…
Llego al último puesto de agua. Y les pregunto lo que me queda, dicen que ya estoy, que solo 3 km, que busque las antenas,espejismo de un progreso que solo acarician , y me preguntan desde donde vengo, – de otro mundo y del Ayun… Hay niños en esta ultima mesa, y dejamos las barritas, caramelos y demás cosas que no necesité en esta carrera que ya se acaba. ¡SUKRAN ! y sigo, ahora si me desoriento, ya no se siguen las piedras blancas, ahora son flechas, flechas pintadas entre desechos y abandonos, hay que pasar entre las casas, las jaimas y las cabras. De vez en cuando, grupos de saharauis que siguen esperandonos, rotos los silencios por gritos de alegría y de pena de las mujeres , llenos los vacíos de las risas de la inocencia , de los niños que salen de sus jaimas para saludar y animar, de los que nos persiguen o nos acompañan con sus bicicletas y sus miradas. Aun me queda mucho. Tengo que ir preguntando porque no se cual es el camino, me cuesta pensar, calcular lo que me queda y ubicarme en este laberinto de adobe, en este desértico pueblo cubierto de arenas y esperanzas, Intento ver mi jaima, reconocer mi otro hogar, pero no me ubico y creo que queda hacia el otro lado de las antenas. No puedo ordenar los pensamientos, ni se donde estoy exactamente, en otro mundo o otro universo, pero nunca antes tan cerca de la tierra, sigo el camino que lleva a las antenas, un camino dorado que me conduce al mago , aunque parezco mas una bruja con su escoba , que una niña inocente de zapatos rojos, quizás la bruja buena del Norte , aquí que todo esta al revés, corro con un palo de escoba y una bandera , corro hacia el espejismo de libertad que crea esta carrera y hacia una meta de futuro incierto, donde no desearía volver jamás y haría una y mil veces, corro hacia la meta, y acabaré entendiendo , que lo importante era el camino, lo que aquí he aprendido, que al final , mi valentía se escondía tras mis miedos, que mi voluntad es mas grande que cualquier adversidad, y que llorar no te hace débil, sino más fuerte . ..
allí estará la meta, tras las antenas. Pero , como en aquella primera carrera, me parece que me mueven la antena, ¿a que juegan ? y me río, me rio de mi misma, de mis fantasmas, de mi locura. La bandera pesa, y en ocasiones vuelve mi palo amigo, pero me hacen señas, se acercan militares , les pregunto si voy bien y me reubican un poco, me dicen que levante la bandera, y les digo que a veces hace de muleta, pero no me entienden, yo tampoco, pero más adelante otros insisten, y con cariño me detienen, me recogen la bandera y entiendo que debe de ser una ofensa, que la arrastre por este desierto, es el símbolo de su identidad, lo único que no pueden quitarles…. Me voy corriendo y ondeando su bandera, la que alzamos con orgullo en esa tierra sin nombre, en esta patria robada, en este desierto olvidado.
Y sigo, sigo con la certeza de acabar lo empezado, de haber dejado atrás muchas cosas, pero de llevarme , muchas más. De haber vivido unas horas muy intensas, y la incertidumbre de los años que volveré a correr por este desierto desolado, bajo este sol que me embriaga y me castiga, contra este viento que arrastra sus risas y no apaga sus voces, contra esta arena que no quiere nadie, pero a la que todos vuelven, porque las raíces no entienden de fronteras, ni de colores ni banderas, y siempre buscan el camino hasta el agua, y ellos, los saharauis, como arboles estáticos permanecen en este pedazo de desierto prestado, esperando, pareciera que impasibles, pero, sus raíces, esencia de vida, están al otro lado del muro, en busca de las aguas del mar, porque son hijos de las nubes, pero también hijos del mar, y no olvidan… Y ese mar, ese azul que muchos no han visto ni verán , es lo que les alimenta, es el agua del mar que no pueden tocar, la que les da fuerza para resistir en este infierno en la tierra, en el que mientras, han disfrazado de Sahara, en el que los que venimos, nos enamoramos, no de esta arena , no de esta mísera temporalidad, sino del disfraz, de este pueblo, de esta gente, de estas miradas dolidas pero sin odio, de estas sonrisas sinceras, de esta hospitalidad sin fronteras, de la fuerza de su resistencia a la adversidad, de los saharuis…
y integro su lema, RESITIR ES VENCER, que no es lo mismo que ganar , pero tampoco es perder, y como ellos, resisto y sigo, el camino gira y al fondo mi puerta azul, que este año es una obra de arte en honor a las antiguas tradiciones, que simboliza el compartir y la hospitalidad de este gran `pueblo luchador», y en la que yo misma puse una piedra antes de saber que iba a ser nuestra meta, ironías del destino quizás, susurros del desierto tal vez, que me advirtieron que no se puede luchar contra este desierto, si antes no se lucha contra uno mismo, y seguramente yo, tenia una guerra pendiente, y esa fue mi piedra, tener que peregrinar durante 21km sola ,con mis fantasmas , con mis ángeles y demonios, y resistir, ¡que bonito regalo me han hecho !Me pongo mi nariz de payaso para cruzar esta meta , símbolo de ilusión y , de creer en el poder de una sonrisa y en la magia… sonrío, y veo a mi rubia, me emociono, una vez más, ¡LO HA CONSEGUIDO! Me Viene a buscar y entramos juntas, me pongo mi nariz de payaso, y entramos, cruzamos mi meta, ¡guauuu, lo he conseguido ! Un ángel disfrazado de voluntaria me pone una medalla de arena y fuerza, porque la hacen las mujeres saharauis , y la abrazo, me fundo en su paz, en su consuelo desconocido. Que bonito todo lo que he vivido, que intenso, cuantas emociones, he pasado por todos los estados de ánimos en un mismo día. Unas horas llenas de contrastes, como este desierto. Abrazo a mi rubia, ¡la quiero ! Mi familia también me espera, con sus narices de payaso y los tambores de aire, me siento FELIZ, he cumplido un SUEÑO…
Me retiro y hago unos audios para mi marido, mis hijos. Comparto con ellos este momento, esta euforia, este esfuerzo. Les agradezco la fuerza que me han dado, como me han acompañado. Y también a mi otra familia, mis padres y hermanas. Los quiero. Los amo. Ellos también me han acompañado. Sin ellos, no lo hubiera conseguido.Comparto este momento que he sufrido y disfrutado a partes iguales, esta dualidad de sueño, y este triunfo que simboliza esta medalla de arena que me sabe a oro. ¡Ya somos maratonianas!
Gracias SAHARA por todo lo que me has dado, por enfrentarme a mis demonios y señalarme mis ángeles. Por darme la fuerza y coraje que necesitaba, y por ponerme las piedras que me mostraran el verdadero camino. Soñé mil veces con esta carrera, soñando con cruzar esta meta, pero no comprendí hasta que lo he vivido, que lo importante de verdad era todo el camino, el que me condujo a este viaje, el que me llevo a mi viaje interior, que el muro no iba a ser el KM 30 ni 35 , sino mis propias sombras, y que solo enfrentándome de cara al sol a ellas, podía cruzar esta meta. El viento en contra, podía determe o consolarme, solo yo podía elegirlo. El sol, castigarme, o alumbrarme . Y esta arena, metáfora de la vida, a veces dura , otras suave , se abre paso entre tu y el mundo, sin darte cuenta, se cuela entre las grietas , penetra, polvo somos y en polvo nos convertiremos, porque todo esta conectado en el ciclo eterno de la vida, y es qui donde más he podido sentir esa conexión divina, sobre el suelo en el que no crece nada pero resiste la vida, sobre el paisaje virgen que no ha cambiado ni transformado el hombre, sobre las huellas invisibles de los que lo han cruzado, de los hombres y mujeres nómadas que aquí habitaron, de su ancestral sabiduría y de sus pasos desnudos, aquí, en este océano seco, que dicen un día fue mar, y hoy es destierro…
Aquí donde la tierra , el sol y el viento te demuestran tu propia fragilidad ,pero también tus fortalezas .
Me siento muy orgullosa de mi Rubia, que tuvo el coraje y la determinación de cumplir nuestros sueños en nombre de las 2, de dajarme, para cruzar nuestra meta, y de buscarme para entrar juntas. De enfrentarse sola a sus muros, a sus silencios, a sus ángeles y sus fantasmas, cargada con su mochila y 2 corazones, con el peso de la responsabilidad de lograrlo y alimentada por las alas de los sueños. Te quiero Sandra, lo que ha unido el desierto que no lo desuna el mundo… Espero que pudieras dejar escamas marchitas en el desierto y que hayas podido recoger semillas en este viaje , ya sabes que no todas florecen, y que algunas tardan en hacerlo, pero cuando lo hacen, llenan de intensidad y color los vacios…
También me siento orgullosa de mi misma. QUISE, CREI Y PUDE. Soy CORREDORA, soy VALIENTE y puedo ser disciplinada, tengo mucho que aprender, pero no hay prisa, nos tomaremos unos Tes y miraré ese cielo que compartimos, para no olvidarnos de este otro mundo. Y seguiremos sumando granitos de arena , por esta digna causa, con la esperanza de poder correr un día la SAHARAMARATHON al otro lado de ese muro. Ojala un dia , pequeña Aglaili , sea yo la que te espere con la nariz de payaso y los tambores de viento al otro lado del muro, viéndote llegar a ti y tu pueblo de vuestra larga carrera…
NUNCA DEJES DE CREER
RESISTIR ES VENCER